Sobre la elección de la Miss Republica Dominicana

Es increíble la alharaca que han formado algunos, por la elección de la chica que va a representar a nuestro país en el concurso de Miss Universo.

Algunos de los comentarios van desde "que no nació en el pais. Otros "que es mitad inglesa y mitad dominicana" (como si ser dominicano, significa pertenecer a una etnia única y no a la mescolanza genética que tenemos), y los demás "que no habla bien el español" -como si los dominicanos habláramos tan bien el castellano y mejor aún, que al hablar, podamos todos entendernos con claridad-, cosas altamente difícil en la tierra de Duarte, en la que es tan difícil poder conciliar cualquier cosal, así sea  la más pequeña.

En mi opinión, mientras ella compita por la República Dominicana y lo haga con dignidad, amor, respetando los valores y exaltando las bondades del pais, no hay ningún problema (aún si ella fuera extraterrestres).

Los problemas de nuestro país son otros y muy variados, como para hacer de esta situación uno mas. El haber elegido o escogido (no importa el método usado), a Mariana Downing no es un problema para nuestro pais, sino que dicha decisión pone de manifiesto algo mucho más profundo y complicado, como la forma de pensar tan extraña de muchos, sino de un gran sector de la población dominicana, quienes tienen ideas tan cerradas, sobretodo en una época como la que vivimos.

Muchos, o una gran parte de los que critican indignados y que se dicen ser mas dominicanos que el pico Duarte -y se "babean" de orgullo cuando lo dicen-, sin embargo, maldicen de palabras y de hecho con sus acciones, dentro y fuera de nuestra tierra, representando lo más feo de nuestra cultura y peor aún de nuestro país.Muchos son los que se roban hasta los clavos de la cruz de Cristo con toda impunidad y sin el menor recato, le restriegan en la cara lo robado, a los buenos dominicanos. 

Dicho esto, lo mejor que podemos hacer es dejar atrás los falsos escrúpulos, el juzgar vanamente, el creer que sabemos más de la cuenta, el discutir por tonterías, la actitud de dignidad ofendida y la doble moral.

Por último, en lugar de integrarnos a un 'comité de sufrimiento', dirijamos nuestros mejores pensamientos y nuestra energía para que esta chica tenga todo el éxito posible, para que nos represente dignamente y le enseñe al mundo los verdaderos valores del pueblo dominicano.